quarta-feira, 16 de março de 2011

T de Tratado de Pedagogia (XIX)

HABLANDO EX CATHEDRA


Es la classe. Y explico a mis alumnos, seriamente,
cosas creíbles en que yo no creo.
Que el hombre del Barroco, por ejemplo,
es distinto y distante de aquel de la Edad Media.
Que algo cambia
si unos hombres deciden ser vanguardia
o publicar un manifiesto.

Que la vida se afecta si el hormigón desplaza al arquitrabe.
Ellos toman apuntes y parecen creerlo.
Pero, como explicarles, contra toda evidencia,
que el tiempo nunca pasa?
Como decirles eso? Contra toda evidencia,
que aqui estaremos sempre. Y que seremos
no más de lo que hoy somos y ayer fuimos.

Y continúo monótono y cansino,
hablándoles de cambios y rupturas.
Porque al mirar sus rostros com acne y maquillaje,
su soñolienta piel elástica, sus piercings,
sus cuadernos apenas comenzados,
no acabo de atreverme
a decirles que el tiempo nos entierra
capa tras capa sobre el mismo sitio
,
que somos substitutos del soldado que cae,
e del actor que enferma,
que jugamos una misma comédia com arreglos,
que Edad Media, Barroco, Ilustración, Romanticismoson tan sólo migajas
del pavor en el bosque del tiempo
y continúo
dictándoles apuntes,
explicándoles crisis, y cortes, y rupturas,
y finalmente
no, no me decido
– no sé si es compasión o es puro miedo,
Y no sé si por ellos o por mí
– a romper los esquemas,
a salirme ni un pelo del programa.


Enrique BaltanásIn Isla de Siltolá – Revista de Poesía, I, Sevilla, 2010

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